Ofrecer un buen producto en una panadería, cafetería u horno resulta fundamental. Después de todo, es lo que hará que la gente quiera repetir la experiencia. Sin embargo, en este proceso también influye (y mucho) la atención al cliente, algo que no debes descuidar en absoluto.
Si algo tienen las tiendas físicas en contraposición con Internet es la experiencia. Cuando una persona decide abandonar su hogar u oficina para ir presencialmente a un espacio, pretende vivir (cada vez más) un momento en el que disfrute del entorno, la compañía y, por supuesto, el producto, algo que es especialmente significativo en las panaderías, cafeterías u hornos. La experiencia, en definitiva, lo es todo.
Respecto a lo último, el producto, es fácil hoy en día ofrecer alimentos de calidad inigualable de forma rentable para tu negocio. El cómo: a través de las masas congeladas y, concretamente, las masas congeladas para panadería. Y es que los productos para panadería congelados tienen muchas virtudes. Se realizan siguiendo tradiciones artesanales que dotan a los productos de un alma casi ancestral. Al congelarlos, por otro lado, se mantienen sus cualidades intactas hasta el momento de darles un sencillo golpe de horno para que estén deliciosos. Fácil, rápido y, sobre todo, sabroso.
Pero, dejando esto a un lado, es cierto que además de ofrecer un buen producto la experiencia del cliente engloba otros aspectos. Por ejemplo, la atención que se le preste desde el momento en que entre en tu establecimiento hasta que se vaya. En todo momento hay que procurar que su experiencia sea grata y satisfactoria, puesto que esa persona puede convertirse en un potencial prescriptor del local y la marca. Por todo ello, conviene repasar una serie de consejos para que la atención al cliente sea uno de los ingredientes que hagan que tu establecimiento triunfe.
Consejos para una buena atención al cliente
Cinco recomendaciones pueden hacer que tu negocio suba al siguiente nivel y destaque no solo por sus productos sino también por lo bien que se sienten los clientes cuando llegan a él, algo que, sin duda, también influirá en la decisión de regresar y comentar las ventajas de tu marca entre sus amistades y conocidos. Apunta:
· Llama a la gente por su nombre. Evidentemente, no siempre conocerás a todo el mundo, pero, siempre que sea así, conviene hacer un esfuerzo y acordarse de cómo se llaman las personas que frecuentan tu establecimiento para que la atención sea más directa, eficiente y cercana. Hay marcas muy reconocidas que, incluso, han hecho de este aspecto una de sus virtudes, por ejemplo, poniendo el nombre de la persona en el propio envase del café. No tienes que llegar a ese punto (debes preservar tu esencia), pero está bien conocer a tu clientela. En este sentido, si ya tienes un cliente fidelizado que suele venir a menudo a tu negocio, no dudes en anticiparte a sus necesidades y preguntarle si desea lo mismo de siempre, o si puedes recomendarle algo nuevo que se ajuste a sus gustos. Te lo agradecerá.
· Cultiva la amabilidad y la empatía. Recibir a la gente con un “buenos días” o “buenas tardes” es un gesto de educación que siempre está bien incorporar a cualquier establecimiento. Cuando interactúes con el cliente haz de la simpatía tu mejor baza, y no olvides despedirte con un “gracias” y, en función de la confianza, con un “espero verte pronto”. En la misma línea, no está de más preguntar a las personas sentadas en las mesas si todo está a su gusto cuando se les ha servido lo que han pedido. Eso sí, de forma sensata y, sobre todo, sin molestar o inmiscuirse en conversaciones ajenas. La experiencia y el sentido común te guiarán en este proceso.
· Ten servicio de mesa. Puede parecer una obviedad, pero si permites que la gente se pueda sentir en algún lugar del espacio, será mucho mejor que si están en la barra. Tener servicio de mesa aporta intimidad y la posibilidad de disfrutar mejor del entorno. Además, es importante que cuando un cliente llegue a tu establecimiento no tenga que estar pendiente de recoger su pedido en la barra y llevarlo a la mesa, sino que se centre en disfrutar del momento.
· Conoce bien tus productos. Contar las bondades de los productos que sirves es esencial. Debes saber qué ingredientes contienen, si son muy salados o dulces, o qué sabores predominantes destacan en ellos. Y esto no solo sirve para contestar cuestiones que puedan preguntar los clientes, sino para (si se presta) hacer alguna recomendación de acompañamiento con la bebida que hayan solicitado. Por todo ello, debes saber bien la oferta o menú que hay en tu negocio y defender el criterio que se ha seguido para confeccionarlo. En la misma línea, puedes tratar de ofertar café de especialidad y contar las virtudes o historias que atesora a tus clientes.
· Crea un buen ambiente en tu local y redes sociales. Tu establecimiento debe ser un oasis de descanso, tranquilidad y confort donde la gente pueda sentirse a gusto. Apostar por luces cálidas o texturas agradables pueden ser solo dos puntos para crear una atmósfera acogedora. Estudia tu marca y qué valores quieres transmitir y no te olvides de que estos también deben estar presentes en el espacio. Y, si están en el espacio, es decir, si definen a tu negocio, también deben formar parte de tus redes sociales. Crear contenido interesante e inspirador para tus canales sociales es fundamental, puesto que estos serán posiblemente los puntos de entrada de nueva clientela, y el lugar donde puedes seguir mimando a tus clientes más fieles (con promociones o descuentos exclusivos, por ejemplo). Si tienes dudas de cómo hacerlo, puedes echar un vistazo a estos consejos para crecer en Facebook y en Instagram.
Estamos seguros de que pones todo tu afán para que tus clientes se sientan a gusto en tu negocio, pero prestar atención a pequeños detalles conseguirán que tu clientela sienta tu negocio como un trocito más de su vida diaria.
¡¡Vamos a por ello!!
Fuente: panamarbakery.com